Este Sánchez.
- Jaim Royo

- 9 sept
- 2 Min. de lectura
Se supone, presuntamente, HAMAS dice, porque ningún Tribunal lo ha setenciado, que Israel está cometiendo un genocidio. Y dada la suposición y el dictamen de un grupo terrorista, Este Sánchez viene a decir que porque no tiene la bomba atómica, que si no...
Este Sánchez no repara en que si Israel hubiera pretendido un extermino podría haberlo hecho a la manera que él propone, borrándolos del mapa de un plumazo y sin contemplaciones, en vez de emplearse en una guerra de desgaste, difícil, calle a calle, soportando la campaña global de propaganda ideológica ya calculada en los Estatutos de HAMAS de 2017, por cierto escritos por una mentalidad occidental por y para occidentales, un auténtico libelo de sangre escrito con el verbo y la medida de un Gran Maestre.
Este Sánchez no se ha leído [¿ironizo?] la Carta Fundacional de HAMAS, 1988, en cuyo preámbulo sí se declara de manera explícita la intención de un genocidio, dejando claro que "Israel existirá y continuará existiendo hasta que el islam lo destruya". Carta Fundacional cuyo capítulo 13 advierte que "las iniciativas, las llamadas soluciones pacíficas y las conferencias internacionales están en contradicción con los principios del Movimiento de Resistencia Islámica", que "no hay solución para la cuestión palestina salvo mediante la yihad", que "las propuestas y conferencias internacionales son una pérdida de tiempo", y que "el Día del Juicio no llegará hasta que los musulmanes maten a los judíos".
Este Sánchez está siguiendo cada uno de los pasos estipulados en la política general de HAMAS pactada en Doha, en Mayo 2017. Cada eslógan salido de aquella reunión lo hemos visto en los medios globales a lo largo de estos tres años desde la invasión de Israel perpretada por las Brigadas de Al-Qassam. A saber, que Palestina comprende desde el río hasta el mar, que Palestina es el espíritu de la Humanidad, que se puede ser palestino aunque no vivas en Palestina, que HAMAS es comprensiva y tolerante, que HAMAS es un modelo de convivencia y la entidad sionista un proyecto colonial de supremacía agresiva basado en el robo y que debe perseguirse a sus miembros como criminales de guerra; así como algunas otras que pronto comenzarán a escuchar, conforme se desarrolla el plan arquitecto, como que Jerusalén es la capital de Palestina e Israel un peligro para la seguridad internacional, la paz y la Humanidad. Todo lo cual se ajusta como anillo al dedo al tercer punto de propaganda de Goebbels, Principio de Transposición: culpa al enemigo de lo que tú haces. No es la única coincidencia. Este Sánchez sabe, como el jerarca nazi sabía, que la realidad importa menos que un mensaje que genere emociones fuertes, de ahí esa insistencia en los niños, los niños y los niños "asesinados". Este Sánchez sabe que agitar el odio funciona.
Pero Este Sánchez no es España, ni su enemigo Israel. Este Sánchez es un enfermo a quien sus Maestros del Ocultismo Templario y la Magia Negra, a los cuales entregó su vida por unas migas más de poder, le están absorbiendo el alma delante de nuestros ojos; y no, su enemigo no es Israel ni ese eufemismo llamado entidad sionista, su enemigo es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob.
Mala suerte.




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