EL LIBRO GORDO DE PEDRETE Y SÁNCHEZ DE MILETO.

El programa ya se ha descargado: Socialismo modo Dios, como la carpeta oculta de Windows, y como diría una de esas etiquetas maravillosas, llenas de colores y con un logo atractivo tan de la Agenda 2030. Así que Pedro Sánchez Castejón, el hijo de Magdalena, está contento. Ahora ya puede ser él mismo a sus anchas, a sus anchas espaldas. Puede ser el chulo simpático que cae bien porque hace gracia, puede tomárselo todo a chufla, a chirigota, ponerse gafas de carnaval y jugar a enervar al personal mientras se cree Von Bismark, Churchill y Bolívar a un tiempo. Ahora, su política consiste, sin ambages ni medias tintas, en reírse de nosotros a la cara. Esa es su política, sonreír, jugar al Libro Gordo de Petete, recomendar comics, canciones, llevarse el foco a base de tontunas, disparates y jeta, mucha jeta, a todo lo cual, sus esbirros y aduladores llaman arte de la oratoria. Sería tan divertido como él mismo se lo toma si no fuera porque detrás se esconde la intención de tensar los extremos al máximo hasta que España se rompa y salte por los aires. Ya saben, “nos conviene que haya tensión”, como enseñó su Maestro en engañifas, Zapatero, [entrevista de Iñaki Gabilondo en Cuatro TV, 2008]. Les conviene que España se desmiembre para gobernar sobre sus restos, da igual los muertos que haya. Los restos son una confederación de estados independientes con sus respectivos reyezuelos taifas, tipo Otegui y sus perros de presa, el brasero de la banda terrorista E.T.A., tan viva y coleando como en aquel año 2011 en el que, supuestamente y de cara a la galería, firmaban un alto el fuego permanente, a cambio de entrar en el Gobierno de la Nación a la cual odian y desean destruir. Lo vuelvo a decir, Zapatero se rindió a E.T.A. y le tendió una alfombra roja a parlamentos e instituciones para echar mano de sus escaños si, como resulta hoy ser el caso, hacían falta. Y ahí está Pedro Sánchez tan gracioso y simpático ocupando el sillón de Presidente a pesar de haber perdido las elecciones de 2023 y ser el socialista menos votado de la Historia democrática de España; ahí está el genio del sofismo, el nuevo Protágoras, azuzando a los cachorros de E.T.A. para que revienten las competiciones deportivas de España, apaleen periodistas y destrocen lo que sea necesario para erradicar cualquier atisbo de disidencia. Sí, el programa ya se ha ejecutado, y aunque el guapito de Moncloa se disfrace de Petete, guasa y sorna, y aunque sus lamedores oficiales lo pinten de estadista nivel Lincoln, el programa se llama Dictadura. Si no me crees, pero también si lo haces, atrévete y protesta... o tírate de alfombra al paso de un Don Nadie y su larga cola de Soberbia.