IMBECILIDAD APLICADA
- Jaim Royo
- 8 sept
- 2 Min. de lectura

La inteligencia artificial es selectiva.
Es muy artificial la inteligencia artificial.
Si rememoro el año 2008 y escribo sobre "la cantinela pacifista del hasta entonces peor Presidente del Gobierno de nuestra nación, J.L. Rodríguez Zapatero", la inteligencia artificial se ofende mucho; si escribo que su récord de ignominia al claudicar frente a E.T.A., permitir que los terroristas se disfrazaran de hombres de paz y abrirles la puerta de las intituciones, ¡que ya es récord!, pues si escribo que esta marca ha sido superada "por su pupilo pro-terrorista Pedro Sánchez", quien gobierna gracias a BILDU y apoya indirectamente a HAMAS, entonces la intelegincia artificial se pone de los nervios; si recuerdo que Israel no es un estado agresor y que está respondiendo, por citar solo lo último y desencadenante, a una invasión de territorio que dejó 1.400 muertos, gran parte de los cuales fueron torturados y/o violados y violadas, y si además escribo que el antisionismo es una forma de odiar a cualquier judío allá donde se encuentre, como lo demuestra el hecho de que en Madrid, una ciudad que no está en Judea y Samaria, ni en Gaza, si no en el centro de España, te increpan en la calle por llevar kipá, "largo de aquí, judío", "hijo de puta, sionista de mierda, mata niños" y hasta piden un cuchillo al camarero para clavártelo; si lo denuncio, señalo y promulgo, la inteligencia artificial comienza a evidenciar tics. Si, para colmo, unes la rendición de Zapatero a E.T.A. con el descalabro moral que es el movimiento pro-Palestina y lo vinculas a los Nuevos Estatutos de HAMAS del año 2017, escritos por una mentalidad occidental para mentalidades occidentales, y sugieres que, ahora que unos y otros, E.T.A. y HAMAS, confluyen sin ocultamiento, ya no suena rara la en su tiempo afirmación de José María Aznar sobre la autoria del 11-M que, oh, casualidad, lo sacó de la Moncloa para hacerle hueco a Zapatero... pues si escribes todas estas cosas, la inteligencia artificial, al borde del colapso histérico, decide capar el alcance de tus publicaciones allá donde te hayas atrevido a manifestarlas. Y así, de 1000 lectores pasas a 10, cancela tu cuenta de X y escribe tu nombre en una base de datos eliminativa: Tú, no opinas. Y en eso consiste, a fin de cuentas dictatoriales, la inteligencia artificial, que en tal ámbito tiene mucho de tendenciosa y partidista, y poco o nada de raciocinio, porque una sociedad sin pensamiento es una sociedad manipulable, y una sociedad que censura es una sociedad sin pensamiento. La IA en manos de lo político es estulticia pura, o, dicho de otro modo, Imbecilidad Aplicada.
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